Cómo extraer un quiste ovárico

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Autor: Laura McKinney
Fecha De Creación: 1 Abril 2021
Fecha De Actualización: 26 Junio 2024
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Cómo extraer un quiste ovárico - Conocimiento
Cómo extraer un quiste ovárico - Conocimiento

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En este artículo: Diagnostique y controle los quistes ováricos. Quite el quiste quirúrgicamente. 13 Referencias

Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que a veces se forman dentro o por encima de los ovarios. Son más comunes en mujeres en edad fértil, pero a veces ocurren en mujeres posmenopáusicas. En general, no causan dolor y son inofensivos. Muchas mujeres incluso tienen quistes que aparecen y desaparecen durante su ciclo. Sin embargo, en algunos casos pueden causar dolor u otros problemas de salud. Aprenda a reconocer los signos de quistes y consulte a su ginecólogo para determinar la mejor manera de tratarlo. Muchas masas quísticas finalmente desaparecen de sí mismas, pero otras deben extirparse quirúrgicamente. Dependiendo de la gravedad, puede ser necesaria una cirugía laparoscópica o un procedimiento más invasivo llamado laparotomía.


etapas

Parte 1 Diagnosticar y controlar quistes ováricos



  1. Hable sobre el problema durante sus exámenes ginecológicos. Muchos quistes ováricos no tienen síntomas obvios. Si tiene un historial médico de este problema o si le preocupa tenerlo por algún motivo, solicite al médico que busque cualquier signo obvio de quiste ovárico durante sus exámenes ginecológicos regulares. Le hará preguntas sobre su historial clínico, posibles factores de riesgo y la presencia de síntomas inusuales.


  2. Determina tu factor de riesgo. Hay varias formas de quistes ováricos, incluidos los corpúsculos amarillos, los folículos y los quistes no funcionales. Cada uno está asociado con un factor de riesgo, y un quiste no funcional puede indicar la presencia del síndrome de ovario poliquístico (PCOS). Revise su historial médico y consulte a su médico para ver si está en riesgo. Es más probable que desarrolle este problema si:
    • está tomando medicamentos hormonales, como el clomifeno, un inductor de la ovulación;
    • ha tenido una infección pélvica grave
    • tienes antecedentes de este problema;
    • usted tiene endometriosis
    • Tiene el síndrome de Stein-Leventhal (u ovarios poliquísticos) o cualquier otra afección que interrumpa los niveles de hormonas sexuales.
    • Si se encuentra en el período posmenopáusico, tendrá un mayor riesgo de desarrollar quistes de cáncer.



  3. Si experimenta síntomas, consulte a su médico. La mayoría no causa síntomas clínicos. Pueden aparecer si el quiste es voluminoso, se rompe o bloquea los vasos sanguíneos que irrigan los ovarios. En caso de dolor pélvico repentino y severo, vaya al hospital o llame a los servicios de emergencia de inmediato. Busque los siguientes signos:
    • dolor pélvico que es agudo y repentino o sordo y persistente;
    • dolor durante el coito
    • una necesidad urgente de durar a menudo;
    • reglas anormalmente intensas, irregulares y ligeras;
    • hinchazón abdominal;
    • sensación de saciedad o pesadez abdominal, incluso si no ha comido mucho;
    • dificultad para quedar embarazada
    • dolor en la espalda o muslos;
    • náuseas o vómitos persistentes, o fiebre.


  4. Realiza las pruebas necesarias. El médico realizará varias pruebas para determinar si tiene un quiste ovárico. Probablemente comenzará con una ecografía pélvica. Si aparece un quiste en el ultrasonido, el ginecólogo puede prescribir una o más de las siguientes pruebas:
    • un análisis de sangre del embarazo para determinar los cambios hormonales asociados con ciertas formas de quistes;
    • un análisis de CA 125 para detectar la presencia de proteínas altas asociadas con el cáncer de ovario u otras afecciones, como endometriosis, fibromas uterinos o infección pélvica;
    • Cirugía laparoscópica para examinar de cerca los quistes, extirparlos o tomar muestras de tejido para detectar cáncer u otros problemas.



  5. Conozca las opciones de tratamiento disponibles. Dependiendo de la causa del quiste, su tamaño y la presencia (o no) de síntomas graves, el médico puede sugerirle que retire el bulto o espere a que desaparezca. Muchos quistes sanan de forma independiente en ocho a doce semanas.
    • En muchos casos, lo mejor que puede hacer es esperar mientras está alerta. El médico puede sugerir sesiones de rayos X durante unos meses para controlar el estado de la masa.
    • Si se desarrolla la estructura quística, que no desaparece después de unos meses o que causa síntomas graves, el ginecólogo puede proponer una ablación parcial o total según la gravedad.

Parte 2 Quite el quiste quirúrgicamente



  1. Aprenda sobre la laparoscopia. Este es el método quirúrgico menos invasivo para eliminar quistes ováricos, con el tiempo de recuperación más rápido. Durante una laparoscopia, el médico realiza pequeñas incisiones en la parte inferior del abdomen e infla la pelvis con dióxido de carbono para facilitar el acceso a los ovarios. Luego, insertará una pequeña cámara y proyectará luz en el abdomen para visualizar la masa quística y extraerla a través de pequeñas incisiones.
    • En general, la laparoscopia se realiza bajo anestesia general.
    • El tiempo de recuperación es relativamente corto. En la mayoría de los casos, el paciente regresa a casa el mismo día.
    • El dolor abdominal puede ocurrir durante uno o dos días después de la cirugía.
    • Algunos pacientes experimentan dolor de hombro y cuello durante varios días después del procedimiento. El dolor desaparece cuando el dióxido de carbono es absorbido por el cuerpo.


  2. Considere la laparotomía en casos severos o posible cáncer. Si el quiste es muy grande o existe el riesgo de que sea cancerígeno, su médico probablemente le recomendará una laparotomía, que es una técnica más invasiva. En este caso, solo se hace una incisión grande para obtener acceso directo a la masa quística y ovárica. A veces puede ser necesario eliminar cualquier apio de monte.
    • Este procedimiento se realiza bajo anestesia general.
    • La hospitalización por unos días puede ser necesaria después de la operación.
    • La recuperación completa puede tomar entre cuatro y ocho semanas.
    • Si el bulto o la masa revelan cáncer, es posible que deba someterse a otros procedimientos quirúrgicos para eliminar otro tejido canceroso.


  3. Siga las instrucciones preoperatorias cuidadosamente. Antes de la cirugía, el médico realizará un examen físico completo y recopilará su historia clínica. También le proporcionará instrucciones detalladas sobre cómo prepararse. Estas instrucciones están destinadas a protegerlo de complicaciones potencialmente dañinas o potencialmente mortales: no las ignore. El médico puede pedirle que:
    • no tome medicamentos que puedan causar problemas de sangrado, como aspirina, libuprofeno o warfarina;
    • no beber como alcohol o fumar en las semanas previas a la operación;
    • no coma ni beba nada durante algunas horas antes de la cirugía;
    • Si muestra signos unos días antes de la cirugía (gripe, resfriado o fiebre), asegúrese de informarle al cirujano.


  4. Cuídate después de la cirugía. El médico también le proporcionará instrucciones postoperatorias detalladas. Dependiendo del tipo de procedimiento que se haya sometido, es posible que necesite descansar durante unos días o semanas antes de continuar con sus actividades normales.
    • El médico le recetará medicamentos para aliviar el dolor después del procedimiento. Acostúmbrese a consultar a su médico antes de tomar cualquier medicamento mientras se recupera.
    • No transporte ningún objeto que pese más de 5 kg durante al menos tres semanas después del procedimiento.
    • Pregúntele al cirujano cuándo puede tener relaciones sexuales sin ningún problema después de la cirugía.


  5. Póngase en contacto con su médico en caso de complicaciones después de la cirugía. Algunas pacientes tienen problemas de salud cuando se recuperan de la cirugía en quistes ováricos. Comuníquese con su médico o vaya al departamento de emergencias si tiene alguno de los siguientes signos:
    • fiebre alta o persistente
    • náuseas o vómitos
    • sangrado abundante
    • hinchazón o dolor en la pelvis o labdomen;
    • flujo vaginal de color oscuro o maloliente.